miércoles, 24 de septiembre de 2014

JASON PONTIN ¿Puede la tecnología resolver nuestros grandes problemas?

JASON PONTIN 
¿Puede la tecnología resolver nuestros grandes problemas?

Para dar respuesta a esta pregunta, Jason Pontin pone el ejemplo de Apolo 11, que se trataba de una misión espacial que consistía en pisar por primera vez la superficie lunar. Fue en 1961, en la Guerra Fría cuando Kennedy pronunció que quería realizar esta misión (pisar la Luna) antes de cambiar de década. Iban a ser los primeros en pisar tierra firme fuera de nuestro planeta. Sin embargo, en aquel momento el objetivo era bien diferente: demostrar que su modelo social y político era superior, sobre todo al de la URSS con la que competía por "la carrera espacial".

Neil Armstrong fue la primera persona que pisó la superficie lunar.


Apolo 11 llevó consigo 18.000 millones de dólares, 400.000 puestos de trabajo, y el acuerdo de 200.000 empresas, universidades y agencias del gobierno, lo nunca visto y probablemente lo que nunca se volverá a ver en mucho tiempo. A parte se consiguió una larga lista de logros tecnológicos tales como la línea de ensamblaje, el avión, la penicilina o la vacuna para la tuberculosis. Tantos avances tecnológicos en tan poco tiempo supuso un gran sock para la humanidad ya que pensaron que si podían llegar a la Luna, ¿por qué no solucionar los grandes problemas como crear una energía limpia, curar el cáncer o alimentar a una población mundial? ¿Y por qué no construir colonias en Marte? Realmente nada de esto fue solucionado y hoy en día sigue sin solución. De hecho nunca se van a solucionar estos problemas ni se van a construir colonias en Marte. No hay colonias en Marte por distintos motivos; las empresas no quieren invertir tanto dinero porque el beneficio es a muy largo plazo, tardarían muchísimos años en recuperar su inversión; no hay acuerdo político ni nunca lo habrá; y finalmente porque aún quedan muchísimas cosas que hacer en nuestro planeta. Y los grandes problemas no se van a solucionar nunca por la inversión que supone eso para las empresas y como he dicho antes, la tardía de sus beneficios, es decir que no tienen un valor comercial inmediato. Como bien dice Jason Pontin:

"A veces elegimos no solucionar los grandes problemas." 

Pensábamos que algunos grandes problemas eran tecnológicos como por ejemplo las hambrunas, pero al final resultaron ser problemas políticos y económicos. A veces los problemas que no tienen solución resulta ser que más bien  no entendemos realmente el problema. 
Con la tecnología podemos resolver grandes problemas, pero en la ecuación se suman cuatro factores más; los líderes políticos y la población deben querer solucionar el problema; las instituciones apoyar esa solución; ser realmente un problema tecnológico; y saber comprenderlo. Apolo 11 cumplía estos requisitos y a parte de por el hecho de pisar la Luna, fue algo histórico ya que se juntaron todos los factores para desarrollar la misión.

Ir a la Luna es fácil comparado con los problemas que nos deparará el futuro.

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